Es ley de vida
el tiempo pasa huyendo hacia adelante
sin darnos cuenta.
Y los espejos de la aurora
van peinando canas,
Ya no tengo a quién dormir
con la nanita ea,
ni llevar nadie al colegio
Me comentaba preocupada.
Ya
no tengo con quién bajar
al solecito de la plazoleta,
ya no tengo con
quién charlar
mientras jugueteaba con su bicicleta.
Me está dejando en
los estudios
y se me pone a veces en rebeldía.
Me imagino que ya bebe
y
que me fuma a escondias,
y que tiene su quereres
floreciendo en la
pandilla.
¡Ah!
Me tiene siempre
con las carnes abiertas
¡Ah! asomaíta a la ventana,
contemplando a las estrellas
mirando la hora, arreciíta frío.
¡Ay Dios mio de mi arma!
¡Ay dónde estará metío!
En el sofá la madrugá
de nuevo la ha rendío,
esperando el beso se ha dormio,
otra vez más dando suspiros.
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