Dicen que el día en que se descubrió el amor
el hombre primero que lo encontró
también encontró la locura.
Cuentan que pasaba las noches en vela
hablando a la luna lunera,
de aquella verdad tan desnuda.
Y comprendo que aquel hombre
y el primero de los suyos,
que llegase a ver la luz
y en su mundo tan oscuro
la cabeza la perdiera
ante tanta claridad.
Desde entonces tuvo claro
y a su dios así le dijo:
“Gracias por lo que me has dao,
gracias por tu paraíso,
pero yo voy a quedarme
con esta divinidad”.
Y así encontró el primer hombre
a la mujer de sus días
cuando la tuvo en sus manos
le descubrió las caricias
y como aún era un mono
de sus instintos era preso
pero al mirarle a los labios
supo inventarse los besos.
Y en esa noche primera
que desató sus pasiones
descubrió que entre los brazos de esa hembra
dejó al mono que antes era
y se hizo hombre.
Desde aquel tiempo hasta hoy
miles de siglos nos vieron
y al parecer quedan hombres
que aún las maltratan
y no comprendieron
que no verán en su vida
milagro más bello
que el descubierto esa noche
por aquel hombre primero.
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